viernes, 5 de julio de 2013

Historias frente a un mostrador

La primera de las pequeñas historias

Entra el Sr. Luis, un señor, jubilado, ex militar, y entra a la tienda con aire de prepotencia- ¿Qué pasa aquí? Yo pego un salto de la silla.
- ¿Qué pasa de qué? - le respondo con una sonrisa y mi tono de voz amable.
-Ah buenos días, ¿seguís haciendo fotocopias?
-Si, claro. Contesto.
-Esto ha cambiado de dueño- pregunta.
-Eh, no. Le contesto creyendo que hablaba del local
- Es que esperaba que me atendiera un hombre-Dice, anda que no he hecho fotocopias aquí, más de mil -dice con los ojos abiertos como platos. Si, mi hija cuando estudiaba ingeniería, que no se para que lo hizo sí luego no iba a ejercer, está trabajando, dando clases, y mí Juan (nombre ficticio) que ha estudiado mucho, tiene 5 año de mecánica eléctrica, además hizo cursos de fontanería, que no la ejerce, pero lo sabe hacer y le queda muy bien. Ahora está trabajando en Málaga, en una empresa con un contrato de un año, fíjate tú que estuvo a punto de irse a Canarias con una empresa de mantenimiento, que le llamó y no se quiso ir por que la novia no quería irse a Canarias, allí estuvieran los dos colocados con trabajo, porque ella también tenía trabajo y no quiso irse. Yo es que no le hago caso a lo que diga mi mujer, si fuera así no habría llegado a Sargento, cuando era cabo me ponía a practicar mecanografía en el puesto de vigilancia, sé escribir con cada dedo en cada tecla, estudiaba mucho, he sido criado en el campo, y cuando llegaban los días húmedos, después de la jornada de trabajo, me ponía en la mesa camilla a estudiar y leer libros de matemáticas, a mí siempre me gustó estudiar, mis hijos han estudiado pero yo nos los presione, yo les decía que lo que hicieran iba a ser para ellos, así que no les presione para estudiaran esto o aquello. Llegue a ser Sargento, dirigía a tres pelotones en la comandancia, lo que pasa es que ahora soy muy mayor, pero he conseguido criar a mis hijos con mi mujer. Vivimos aquí cerca. -Explica sobre el papel- tenemos la casa así- señala un cuadrado y lo divide en dos- aquí vivo yo con mi mujer y aquí vive mi cuñada. Mi mujer y mi cuñada, su hermana, pueden besarse sin salir de sus casas. Claro ella quería que viviéramos en el campo, más cerca de la ciudad, pero en el campo. Yo le dije que no. Cojo muy pocos consejos de ella. Discutimos mucho y yo hago lo que creo correcto. Si le hiciera caso ahora mismo no se dónde andaría.

Estas son las copias que quiere hacer señor-le pregunto
-Eh si estas escrituras, unas de cada, igual como esta.
Recibo los documentos, les  quito las grapas, y procedo a realizar las fotocopias.
El Señor Luis continua.-
-Estas son las escrituras de mi casa de mi pueblo, aun la conservo porque es una cosa que me ha tocado a mí de mi padre, una herencia, mi mujer quería que la vendiera, pero yo no le hago caso, porque después donde llegamos cuando visitemos el pueblo, si las estancias están muy caras, por una cama en un tugurio te cobran hasta 30 euros, -donde se está mejor que en tu propia casa- dice

Mientras salen las copias de la máquina, le miro escuchando muy atenta.
-Mi mujer tenía también su casa en el pueblo, pero ella desesperada la vendió, pero buenos mal que yo no le hice caso... ves yo tengo mi casita y cuando vamos ella y los niños , adonde van-pregunta- es a mi casita, sino tuviéramos que quedarnos por ahí en un "hotelucho". Tanto quejarse de que la venda y mira... Acabamos de llegar de Motril, vamos a bautizar al bebe mi hija la ingeniera, que lo acaba de tener-Dice con los ojos brillantes de orgullo y una gran sonrisa dibujada en la cara-

 Grapo los documentos, se los entrego.
-¿Cuánto es? -pregunta
-0,65€
 -Muchas gracias, es usted muy amable.-Se despide.

Moraleja: La consulta del psicólogo son 80€ -¿ a que le ha sido rentable?

Escuchar a otros también nos sana...